COMIENZOS AÑO 1595
La vinculación del apellido Zapiain a la Sagardoa es anterior a 1595. Tenemos constancia de una sentencia a favor del Ayuntamiento de Donostia y en contra de Juanes de Zapiain, donde consta que “Mientras no venga y viva dentro de los muros de esta ciudad y fuese vecino de ella, no fuesen admitidas sus sidras” (Inventario Uribe E-I-12).
Años más adelante, Don Nicolás Rosario Zapiain Agirregabiria, padre para unos y abuelo para otros, fue quien dejo el resto de actividades del caserío (ganadería, huerta, etc….. ) y se centró de lleno en la producción de la Sagardoa.
En 1961 empieza a construir la bodega de kupelas de 15.000 litros y en 1964 termina instalando las 22 kupelas que hay hoy en día en la bodega principal. Pocos años después construyó otra bodega formada por 6 tinos de 33.000 litros. Obras que en su momento fueron noticia.
CALIDAD
La calidad, uno de los fundamentos de la casa. En 1981 Zapiain incorpora su primer enólogo al equipo humano. A partir de esta fecha, la investigación y mejora a favor de una mayor calidad en el producto han sido pautas constantes. Esto nos ha permitido anticiparnos a posteriores exigencias de mercado, lo que ha colaborado especialmente en el éxito comercial.
El gran valor de la casa está en el conocimiento adquirido durante años para procesar un producto natural, vivo y sin conservantes.
CALIDAD
La calidad, uno de los fundamentos de la casa. En 1981 Zapiain incorpora su primer enólogo al equipo humano. A partir de esta fecha, la investigación y mejora a favor de una mayor calidad en el producto han sido pautas constantes. Esto nos ha permitido anticiparnos a posteriores exigencias de mercado, lo que ha colaborado especialmente en el éxito comercial.
El gran valor de la casa está en el conocimiento adquirido durante años para procesar un producto natural, vivo y sin conservantes.
DENOMINACIÓN DE ORINGEN
Desde hace unos años, contamos en el mercado con la Denominación de Origen Euskal Sagardoa. Esta D.O. Garantiza además de la calidad de la Sidra el origen de la manzana, siendo necesario para obtener esta calificación el uso de la materia prima local.
Podemos reconocer este distintivo mediante la cápsula roja o dorada en nuestras botellas. La primera cumple con los minimos de calidad (en cuanto a analítica y cualidades organolépticas) exigidos para una sidra de calidad. Aquellas sidras con el distintivo dorado (Categoría Premium), además de haber sido elaborada con manzana local, han recibido una puntuación de excelencia, pudiendo asegurar de esta forma, ser las mejores sidras del mercado.